Ixtapa Zihuatanejo

Ixtapa Zihuatanejo 1

Es un destino doble, ya que en realidad se trata de dos bahías con sus respectivas playas, unidas a través de un corredor de 5 kilómetros. A diferencia de Acapulco, Ixtapa aún posee muchos nichos verdes de vegetación que en buena parte son áreas protegidas. Aquí todavía prevalecen los esteros con sus aves, los campos de golf con sus lagos y lagartos, y algunos hoteles ofrecen recorridos de observación de aves por sus instalaciones.

Un crecimiento de turismo controlado es una exigencia para Fonatur y Fibiza, fondos del Gobierno que comercializan terrenos para la construcción de hoteles. Para llegar hasta ahí hay que ir al muelle y tomar una lancha. Esta playa es segura, de aguas transparentes y cierto tono turquesa, ideal para los niños o para los que no saben nadar debido a sus bajas olas. Aquí también se hace esnórquel en un arrecife ubicado a 10 metros de la playa. Se ven erizos, corales, caracoles e infinidad de peces de colores que de pronto salen cuando el guía les arroja galletas saladas, "porque no les gustan las galletas Marías" cuenta Armando, originario de Zihuatanejo.

 

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Taxco

Taxco 2

Es una de las mejores ciudades pequeñas que resulta encantadora; se encuentra dentro de un radio de 300 km alrededor de la Ciudad de México y está considera como el centro platero más famoso del País. El arte de la platería constituye un legado prehispánico, verdadero motivo de orgullo nacional, acentuado cuando sabes que México es el primer productor de plata en el mundo.
La mejor manera de gozarlo es recorrerlo a pie con toda tranquilidad. Una buena opción es mirar y comprar la artesanía de plata que se vende en sus más de 300 tiendas. Para quien no guste del mercadeo, la visita a la docena de capillas y parroquias del pueblo (casi todas ellas con un atrio placentero) pueden ser la excusa para echarse a andar.
Desde luego, Santa Prisca es un sitio que no puede omitirse. Esta joya de mediados del siglo 18 es una de las mejor conservadas del País.

 

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Costa Chica

La puerta de la Costa Chica de norte a sur es Acapulco. Aquí llegaron los primeros negros traídos por las "naos" de China desde Filipinas en calidad de esclavos, allá por 1571. Con el tiempo se fueron diseminando por lo que hoy se conoce como la Costa Chica. Existe un camino de terrenos planos y extensas llanuras y por la carretera desfilarán ante ti plantíos de jamaica y ajonjolí rodeados de palmeras, milpas y hermosas playas.

 

Este es el lugar más africano de la Costa Chica. La comunidad es pobre pero llena de música y grandes carcajadas, los lugareños nos miran con sorpresa. No están muy habituados a recibir visitantes y aun así son muy amables. En la comunidad han pasado muchas cosas, pero la gente sigue siendo la misma con su memoria, sus fiestas, sus danzas y en general con sus expresiones culturales que tienen sus antecedentes en los primeros africanos llegados aquí, los que pudieron escapar de los ingenios y haciendas que los mantenían cautivos, fueron perseguidos ferozmente de modo que debieron recorrer grandes distancias para encontrar territorios deshabitados.

 

Costa Chica

 

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