Candela

El Municipio de Candela es punto de partida de la denominada Ruta del Desierto, que incluye un recorrido por los principales puntos turísticos de la región Centro y Desierto, en los Municipios de Monclova, Frontera, Nadadores, San Buenaventura y Cuatro Ciénegas. Candela puede considerarse como un "fuerte" de la antigüedad. El 90 por ciento de sus habitantes eran carrancistas, de modo que a cualquier hogar donde llegaran las fuerzas de Venustiano Carranza, en 1913, era convertido en un fuerte para desde allí defenderse del enemigo. En época de la Revolución Mexicana, Candela fue elegida por Venustiano Carranza como un punto estratégico de lucha, pues era paso obligado de los federales a la Ciudad de Laredo.

El propio Carranza mandó construir la estación ferroviaria que luce hoy imponente en casi los límites con Nuevo León. El nombre de Candela se debe a una roca que sobresale entre las montañas desde la carretera y semeja una vela o candela gigante. En la cabecera municipal, los visitantes pueden apreciar las fachadas de las casas con arquitectura histórica, tal como lo está la Presidencia Municipal. Enseguida de la estación ferroviaria está el arroyo El Chapote, punto donde convergen los Estados de Nuevo León y Coahuila, en sus Municipios Lampazos y Candela. Después del arroyo, a cinco km, nace el cerro El Carrizal y a unos 100 metros sale el camino "El Carrizal", el cual lleva a las grutas de donde surge el arroyo El Chapote antes mencionado.

Entre las especialidades de comida se encuentra la famosa fritada de cabrito, pero el que llaman "el original" que es un cabrito de 25 días de nacido que no comió hierbas, sino pura leche de cabra.

 

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Uruapan

Cuando viajes a esta población, conocida como la puerta de entrada a la Meseta Purépecha, te preguntarás: ¿Qué es lo que más buscan los turistas y viajeros que recalan en Uruapan? La respuesta es simple y contundente: caminar toda una mañana por el Parque Nacional Barranca de Cupatitzio "Eduardo Ruiz" para llegar al sitio donde nace el río Cupatitzio (río que canta): el manantial llamado la "Rodilla del Diablo". Caminar para celebrar una nutrida vegetación y encontrarte con fuentes que tienen nombres de leyenda; caminar entre variados trinos rumbo a las cascadas Gólgota y Camelina.
Visita la fábrica de San Pedro, una de las factorías de textiles del siglo 19 aún en operación. Aprovecha también para recorrer algunos huertos de aguacates y discurrir en el Vivero La Alberca, donde hay sembradas cuatro hectáreas y media de macadamia y se elaboran múltiples productos derivados de la nuez.

 

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Villa de Acala

Desde muy temprano la gente compra las flores que adornarán los altares: la roja flor de seda, la blanca nangaña, los alcatraces y la amarilla flor de nulibé que en otras partes conocen como cempasúchil.

 

No deben faltar las velas ni las veladoras, el incienso de estoraque ni el dulce de calabaza con piloncillo, parte primordial de las viandas que se ofrecen a los que se fueron para no volver, a los que sólo regresan en estas fechas sagradas de Todos los Santos y los Fieles Difuntos.
Según la tradición, el 31 de octubre llegan las almas chicas y el día 1 las almas grandes.
En el mercado de este pueblo, como en la mayoría del resto de Chiapas, se venden las almitas, dulces de azúcar refinada en forma de animalitos que, por tradición, se obsequian al espíritu de los pequeños malogrados.
También se les compran calaveritas, ataúdes en miniaturas de dulce, con un hilo para que levante la cabeza a la calaquita que ahí reposa, y unos panes de colores con forma de rostro o de pie que en el altar se disponen acompañados de un tazón de atole o chocolate.
Desde la noche del 31 salen al pueblo pandillas de chamacos disfrazados de calaveras, changos y otros espantos a pedir "calabacita tía", gritando un "que viva la tía" a las que les dan dulces o monedas y "mueras" a las pocas que les niegan algo de las suculencias que acompañan los altares.

 

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Xalapa

Con la gran cantidad de recursos naturales que cuenta Veracruz, es imprescindible que sus habitantes, desde niños, vayan tomando conciencia del aprovechamiento correcto de las materias primas.
La ciencia y la tecnología no deben estar reñidas con el cuidado de la naturaleza; por lo contrario, se pueden aprovechar para hacer de este mundo un lugar más habitable, para detener el proceso de polución y deforestación y permitir al ser humano un mayor bienestar sin necesidad de sacrificar lo que aún queda de naturaleza virgen.
El Museo de Ciencia y Tecnología de Xalapa es pionero de una concepción museográfica donde el lema principal exige: ‘Prohibido no tocar’.
Una vez que hayas aprendido el funcionamiento de la naturaleza, vívela en los parques de Xalapa. Xalapa es verde por fuera y por dentro; los alrededores de la ciudad no podían menos que ser intensamente verdes casi todo el año, y a los prados, frutales y flores en sus huertas, parques, calles y jardines se les ve complacidos por vivir aquí.

 

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Acatzingo

El día 14 de septiembre, casi todos los habitantes de la localidad amanecen preparando los festejos a la Virgen de los Dolores, "la Jefecita".
En todas las calles del centro y aledañas se ven personas ornamentando las aceras con arreglos diversos: maceteros, lámparas, candiles, varas florales y una miscelánea inusitada.
Se pintan centenares de kilos de arena y aserrín para elaborar los casi 8 kilómetros de alfombras por los que pasará la procesión con la imagen de la Virgen, y se emperifollan las canastas con frutos, verduras y flores que se colocarán en el camino.
Al iniciarse la procesión, a las once de la noche, el alma de los acatzincas y visitantes se transporta a otras dimensiones entre el estruendo de los cohetes.

 
Miles de personas acompañan a la Virgen de los Dolores en el periplo que concluye a las 8:30 de la mañana del día siguiente, justo en el lugar de donde partió, la Parroquia de San Juan Evangelista, cuya construcción se terminó el 24 de junio de 1691, Día de San Juan Bautista.
A lo largo de la caminata, que dura casi 10 horas, propios y extraños asisten a un espectáculo de deslumbrantes alfombras.
Ornamentos y diseños nos conducen de un asombro a otro, de un símbolo cristiano a otro, de imágenes sobrias a figuraciones insólitas; el festín visual es acompañado con el obsequio de atole, chocolate, pan y tamales.

 

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La Antigua

Un árbol rodeado de cadenas presume su importancia cuando los guías explican que Cortés amarró sus barcos entre las ramas del gigante gris a su llegada a México. Pero el mar ha retrocedido algunos kilómetros; ahora la gigantesca figura sólo se ve rodeada de tierra y de gitanas que venden sus servicios esotéricos por doquier.
La gente se ha acostumbrado a ver llegar autobuses turísticos, pues apenas caben en las angostas calles que alguna vez fueron camino para llevar las redes de los pescadores al Río La Antigua.
Hoy la pesca ya no da para mantener al pueblo, y más de la mitad ha cambiado sus lanchas pesqueras por puestos de souvenirs o restaurantes.

 

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La Paz

En el nombre lleva la penitencia, si así se le puede considerar a la personalidad serena de esta ciudad frente al Mar de Cortés. El vaivén calmo de las olas, la sencillez de sus habitantes y el aire que acaricia en cada atardecer señalan, sin dudar, de que se trata de La Paz.
El encanto de la capital sudcaliforniana vive en sus playas, de hecho por el ritmo de sus aguas, se le bautizó con ese nombre.
A cinco kilómetros, sobre la Carretera Transpeninsular, esos rincones de mar y arena se presentan como en desfile mostrando sus cualidades particulares.
Unas playas ofrecen desde servicios de restaurante hasta renta de equipo especializado para realizar actividades acuáticas como esnorquel o windsurf, o espacios para estacionar casas rodantes; otras en cambio presumen únicamente su naturaleza inmaculada. Tentaciones varias, imposible resistirse.
El Tesoro, Pichilingue, El Tecolote, Caimancito, El Coyote, Corumel, La Ventana Y El Sargento… Algunas, además, tienen vistas espectaculares de las islas de La Partida, Espíritu Santo y Cerralvo.
De este desfile playero, Balandra seduce con su paisaje puro, libre de cualquier infraestructura, aunque esto es sólo cuestión de tiempo.

 

La Paz

 

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Tepotzotlán

A las 9:00 horas se abre un museo con escasos visitantes, pero a partir de las 11 la afluencia se incrementa. En las antiguas celdas y en los espacios abiertos se exhiben importantes colecciones como taraceado, orfebrería, estatuaria, porcelana, marfiles, mobiliario, herrería, pintura, armas, armaduras y terracotas; en estos últimos pueden apreciarse figuras de barro que muestran escenas de la vida cotidiana durante la época virreinal. Al ingresar al Museo te darás cuenta de que los claustros no son abiertos, contemplativos, como en otros conventos, son claustros cerrados, propicios para la concentración y el estudio. Tanta belleza se acompaña de espacios menos abrumadores, de espacios más sobrios.

 

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Costa de Oro y Arroyo de Lisa

Tranquilidad y mucho que disfrutar es justo lo que caracteriza a este rincón costero del Estado de Veracruz: Costa de Oro y Arroyo de Lisa (playa que brinda opciones a quienes gustan del turismo alternativo y de aventura), comunidades gemelas. Los visitantes que llegan a este sitio poco frecuentado de la región de Los Tuxtlas, en el sur del Estado, disfrutan de una poco común reunión de atractivos: playa, río, cascada, una cueva junto al mar (auténtico refugio de piratas), isla de aves marinas, zona arqueológica, faro, acantilado para hacer rappel, recorridos en lancha, buceo, un conchal, paseos a caballo, observación de fauna, senderos para caminar en el verdor del trópico. A poco más de un kilómetro de las cabañas de Arroyo de Lisa se encuentra Roca Partida, un gran macizo rocoso junto al mar. Su faro en las alturas orienta tanto a lanchas de los alrededores como a barcos que van de paso. En otra caminata sudorosa se sube para compartir con el faro la acuarela marina que se extiende ante los ojos. Y luego, un brinco de 40 metros al mar, pero con las cuerdas necesarias del rappel, para ser recibido en una lancha.

 

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Costa Chica

La puerta de la Costa Chica de norte a sur es Acapulco. Aquí llegaron los primeros negros traídos por las "naos" de China desde Filipinas en calidad de esclavos, allá por 1571. Con el tiempo se fueron diseminando por lo que hoy se conoce como la Costa Chica. Existe un camino de terrenos planos y extensas llanuras y por la carretera desfilarán ante ti plantíos de jamaica y ajonjolí rodeados de palmeras, milpas y hermosas playas.

 

Este es el lugar más africano de la Costa Chica. La comunidad es pobre pero llena de música y grandes carcajadas, los lugareños nos miran con sorpresa. No están muy habituados a recibir visitantes y aun así son muy amables. En la comunidad han pasado muchas cosas, pero la gente sigue siendo la misma con su memoria, sus fiestas, sus danzas y en general con sus expresiones culturales que tienen sus antecedentes en los primeros africanos llegados aquí, los que pudieron escapar de los ingenios y haciendas que los mantenían cautivos, fueron perseguidos ferozmente de modo que debieron recorrer grandes distancias para encontrar territorios deshabitados.

 

Costa Chica

 

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Playa Miramar

Playa Miramar

Miramar tiene 10 km de playa de fina arena que se caracteriza por su declive para adentrarse a sus aguas sin peligro de sumergirse. Puedes nadar, hacer jet ski y veleo. Por el atardecer, acude a su malecón, una franja carretera que delimita la unión del Río Pánuco con el Golfo de México. Podrás admirar la entrada y salida de buques y barcos camaroneros. Tamaulipas se caracteriza por su gastronomía; prueba la carne a la tampiqueña, el tamal de pescado y los refrescos de fruta natural de El Globito. Y para la digestión, prueba el mezcal de San Carlos y el tequila Chinaco.

Ciudad Madero es sin duda la capital petrolera de México, cuyo principal sitio de interés es la Playa Miramar; y al encontrarse conurbada a la Ciudad de Tampico, se presenta como un atractivo sitio de recreo. Tampico, es una verdadera joya arquitectónica, pues aquí se localizan construcciones de influencia francesa que invitan a pasear tranquilamente por sus calles.

 

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Campeche

Los viajeros de cualquier parte del País, incluso del mundo, encuentran en la gastronomía de Campeche un acercamiento con una de las artes más importantes de este pueblo: la culinaria.
Sus exquisitos guisos se remontan a los orígenes de la cultura maya, que floreció en esta zona y cuya influencia se refleja en platillos tradicionales elaborados con pavo, pero con el tiempo se ha ido diversificando a cerdo, pescados y mariscos.
Por las noches disfruta de la cocina campechana en las diversas cenadurías o fondas de antojitos, donde encontrarás una gran variedad de antojitos y bebidas naturales.
Llegar a estos sitios puede servir también como paseo nocturno para disfrutar del malecón, la arquitectura colonial de sus fachadas o sus tradicionales barrios, como es el caso de San Martín y la Plazuela de San Francisco, bajo cuyos portales se ubican las dos principales cenadurías que existen en la Ciudad.

 

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