Isla Yunuén

Yunuén significa "media luna", por la forma curva de la isla de unos 200 metros, y su principal actractivo es su vegetación siempre verde y fresca, así como sus construcciones típicas que reflejan las tradiciones y la cultura ancestral de sus habitantes.
Un andador la recorre a lo largo, desde el sencillo embarcadero -puerto de la isla- hasta su extremo opuesto, donde en 1993 se inauguraron 9 cabañas de madera para recibir turistas, un comedor, una tienda y un salón de juegos.
El 1 de noviembre el pueblo aguarda la llegada de los que vienen del otro mundo, por lo que va al panteón a realizar la "kejtzítakua zapícheri", velación de los angelitos o muertos chiquitos, que se realiza temprano en ese día.


Se reza en la tumba mientras se colocan y encienden velas y algo de ofrenda: atole, pan, figuras de azúcar, así como el juguete preferido.
Según la creencia del lugar, los familiares fallecidos vienen desde el Cumiehchúcuaro, el reino de los muertos del que hablaban los purépechas prehispánicos.
En una estructura de carrizo en forma de X, llamada corona o arco, forrado completamente con "tiringuini tzitziqui" o cempasúchil se cuelgan flores lilas, fruta, pan, figuras de alfeñique, entre otros alimentos, además de las bebidas preferidas, y se coloca en lo alto de la huatzácuri (ofrenda), y es la parte más vistosa y distintiva.

 

Isla de Yunuén

 

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Tingambato

La parroquia está dedicada a Santiago Apóstol, patrono del lugar; fue edificada por los frailes agustinos a mediados del siglo 17. La Plaza 1, de forma cuadrangular, fue explorada durante 1980-81 por Román Piña Chan, arqueólogo yucateco. El espacio es generoso, a pesar de no tener la grandilocuencia de otras urbes; sintetiza, a la perfección, las condiciones de todo centro ceremonial: una plaza, una gran residencia y un juego de pelota, los tres aspectos de las culturas mesoamericanas: lúdico, social y político-religioso.
Tingambato, en Michoacán, resume la concepción espacial del centro ceremonial mesoamericano; se distingue por la influencia Teotihuacana que hay en sus construcciones y se considera anterior a la época del imperio purépecha y única donde ha quedado al descubierto un juego de pelota característico de esos tiempos hallado en Tula y en Xochicalco; y el uso del talud y el tablero en varias de las estructuras, lo que indica una notable influencia del estilo teotihuacano.
Al parecer el nombre deriva de Tinganio que en lengua tarasca quiere decir " Lugar donde termina el fuego" como referencia a las condiciones geográficas del lugar, donde comienza la tierra fría y termina a la tierra caliente.

 

Tingambato

 

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Paquimé

No se sabe quiénes la construyeron ni por qué la desalojaron, pero la zona arqueológica más importante del norte del País, localizada a un kilómetro del pueblo de Casas Grandes te sorprenderá si buscas algo fuera de serie.

Abandonada cerca de 200 años antes de que los misioneros españoles alcanzaran estas tierras, Paquimé resulta un misterio para los más expertos y también para los visitantes del lugar, pues las construcciones con forma de laberinto, hechas a base de tierra compactada son absolutamente diferentes a las de las culturas mesoamericanas.

Al llegar a la zona te encuentras con diversas construcciones que sirvieron de vivienda, templos de adoración, hornos para la fabricación de un destilado de agave y dos juegos de pelota, clara influencia de sus vecinos del sur.
Los sellos característico de la comunidad que vivió en Paquimé son la construcción de la puerta "T" y la fabricación de objetos de cerámica.
En cuanto a la cerámica, en el pueblo de Mata Ortiz habita el alfarero más reconocido de la región, se trata de Juan Quezada, quien retomó los modelos y patrones de las realizadas en Paquimé y ha conseguido exponerlas a nivel internacional.

 

Paquimé

 

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Comalcalco

Comalcalco tuvo su desarrollo y época de esplendor entre los siglos 1 a.C. y 9 d.C., es decir, durante el periodo Clásico.
Fue contemporánea de ciudades como Piedras Negras, Guatemala; Yaxchilán y Palenque, Chiapas; tuvo nexos con Uxmal, en Yucatán, y Tikal, en Guatemala, así como con pueblos toltecas, nahuas y totonacas del altiplano mexicano.
La característica más notable de Comalcalco es el material que se usó en la construcción de sus edificios, pues se utilizaron ladrillos horneados en lugar de piedras como las demás ciudades mayas.
Las primeras construcciones del sitio fueron hechas con tierra apisonada recubierta de estuco y, los templos, que se desplantan sobre débiles basamentos piramidales, se hicieron con madera y paja.

 

Comalcalco

 

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Tlaxcala

Tlaxcala deslumbra por la riqueza de sus paisajes, de sus monumetos y de su artesanía.
Un buen punto para comenzar el recorrido es el Museo Regional, ubicado en el ex Convento Franciscano de la Asunción, en la parte alta de la ciudad.
Para llegar a él es necesario caminar por una empinada calle, la Calzada de San Francisco, que data del Siglo 16 y parte de la Plaza Xicoténcatl.
A un lado del museo se encuentra la Catedral de Tlaxcala (Siglo 16). En el interior llama la atención el techo de madera, de estilo árabe, con estrellas laminadas en oro.
El recorrido continúa por la Plaza de Toros que, a decir de los habitantes, es "la más hermosa de México" por la estampa que ofrece con la torre del ex Convento Franciscano de la Asunción a sus espaldas.
En los días de feria, cientos de personas se congregan en las rejas del ex convento para apreciar desde ahí las corridas; a ese lugar se le llama la tribuna del pueblo.

 

Tlaxcala

 

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Toniná

Toniná es un montículo artificial de 7 plataformas de casi 70 metros de altura con numerosos palacios, templos y altares, en donde se gestó una singular casta de príncipes guerreros que, entre los siglos 6 y 10, ejerció su poderío militar sobre todas las ciudades de la cuenca del río Usumacinta, incluyendo a Palenque, Yaxchilán y Bonampak. Las esculturas de Toniná son poseedoras de un sello muy realista y de trazos delicados, diferentes a las de otros sitios mayas de la región. El corazón de este sitio está cimentado en una plataforma de 6 hectáreas de superficie, rodeada de una gran barrera arquitectónica, donde se construyeron templos, altares y canchas de juego de pelota. Con 16 metros de largo y 3.30 de altura, hecho en estuco y con policromía, existe un mural que es una obra que no tiene parangón en el arte prehispánico.

 

Toniná

 

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Valladolid

El nombre indígena de Valladolid es Zací, y lo escucharás muchas veces porque alude, a la vez, al cenote que se encuentra en el centro de la Ciudad; puedes darte un chapuzón en el agua turquesa que refleja estalactitas y estalagmitas, ya sea antes o después de conocer la parroquia dedicada primero a San Servasio, después a la Asunción de Nuestra Señora. El primer templo fue destruido porque en su interior se cometió el llamado "Crimen de los Alcaldes". El templo que ahoraestá ahí, de estilo churrigueresco, se construyó en los albores del siglo 18 y fue refugio de los rebeldes durante la primera gran rebelión indígena conocida como la Guerra de Castas (1849). Visita el Museo de San Roque, ahí apreciarás, entre plurales informaciones, las dos maneras que tenían los antiguos sabios mayas para contar el tiempo.

 

Valladolid

 

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Chalcatzingo

Domitilo Palma se empeña en hacer del Museo de Chalcatzingo, en Morelos, su forma de vida. Domitilo ya no puede sembrar porque en sus tierras hallaron vestigios prehispánicos; a cambio lo compensaron -a él y a cinco ejidatarios más- con un museo en el que puso sus esperanzas de una vida mejor. Él participó en las excavaciones del 2004 que trajeron a los investigadores a Chalcatzingo luego de 30 años.
Más de 240 piezas, en su mayoría cerámica, conforman la colección del Museo de Chalcatzingo. Aquí se hallan vasijas, cucharas, braceros, figuras femeninas y hasta un esqueleto. La mayoría de éstas se localizaron en las excavaciones de 1972 a 1974; desde entonces se encontraban bajo la custodia del INAH, otras se exhibían en el Museo Histórico del Oriente de Morelos, en Cuautlamotas como el mil 300 a.C.

 

Chalcatzingo

 

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Amatlán de Quetzalcóatl

Su marco de montañas amaderadas y la historia de un rey es el motivo por el cual muchos de los turistas de Tepoztlán (a 20 minutos de ahí), prefieran la calma de un poblado que se considera sagrado. Cuando se voltea la mirada hacia arriba, sobresale el Cerro de la Ventana, llamado así por tener un hueco que simula un vitral natural. En este lugar, que muchos consideran magnético, hace unos 3 mil años nació Cé Acatl Topiltzin, mejor conocido como Quetzalcóatl. A una hora caminando de Amatlán, luego de descender valles y subir cerros, se encuentra el lugar que muchos historiadores coinciden fue donde al futuro rey se le otorgó el nombre de Cé Acatl Topiltzin Quetzalcóatl. Este personaje ha marcado hasta hoy el rumbo del pueblo.

 

Amatlán de Quetzalcóatl

 

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Río Amacuzac

Hay que poner atención a las indicaciones del guía, pues es importante saber cómo remar, flotar y qué hacer en caso de caer al agua, así tu primera experiencia en este deporte extremo no puede salir mal.
El rafting se ha convertido en una actividad para todos, incluso para los más pequeños.
El Río Amacuzac es considerado nivel 1 y 2, es decir, sus corrientes son tranquilas y es 100 por ciento navegable, por lo que este deporte tiene una seguridad garantizada.


En el poblado de Tehuixtla, por donde cruza el río, se han llevado a cabo labores de reforestación y se promueve una cultura del reciclaje, como es el separar la basura orgánica e inorgánica.
Todo lo que se consume en el campamento es producido por ellos mismos, de ahí que después del descenso en el río se disfrute de una botana de jícamas, zanahorias y fruta del pan (una especie de papaya cuyo sabor es una combinación de mango y plátano), así como una comida con carne, tortillas recién hechas y agua de jamaica.

 

Río Amacuzac

 

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Presa Madín

En el cálido pueblo Atizapán de Zaragoza se encuentra ubicada la Presa Madín, este destino turístico aguarda por los «marinos de ciudad», ya que es un oasis donde podrás descansar del estrés cotidiano y encontraras la tranquilidad con sus increíbles paisajes y experiencias únicas. La Presa Madín tiene todo lo que necesitas para no quererte … Leer más

Parque Las Guacamayas

El atractivo principal de Las Guacamayas es la observación de la fauna silvestre… En la región habitan más de 300 tipos de aves, 109 especies de reptiles y anfibios, y mamíferos tan representativos de Chiapas como el mono aullador o saraguato y el jaguar. Los tres recorridos principales para ver los animales y las más de 300 especies de árboles, algunos de más de 35 metros de altura, son efectuados en compañía de un guía por áreas totalmente diferentes: el área de los venados, de los saraguatos y la de la guacamaya. El recorrido por este lugar te dará la oportunidad de conocer, en su hábitat natural, especies como el Mono Saraguato, La Guacamaya Roja, el Venado Cola Blanca, el Tucán y el Gavilán Nevado.

 

Parque las Guacamayas

 

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